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Babo Morichalero, Paleosuchus palpebrosus


Babo Morichalero, Paleosuchus palpebrosus
Ejemplar juvenil de Babo Morichalero, (Paleosuchus palpebrosus).
Las especies del género Paleosuchus (P. palpebrosus y P. trigonatus) han sido muy poco estudiadas en toda su área de distribución, quizás por no ser especies de interés comercial, por sus pequeños tamaños y por encontrarse en lugares todavía relativamente remotos y despoblados. La mayor parte de los artículos publicados sobre los Paleosuchus se refiere principalmente a su distribución y características físicas. Los trabajos más completos publicados hasta ahora son los de Magnusson (1985, 1992a, b, c) Magnusson y Lima (1991), Magnusson et al. (1990) y Medem (1967, 1981, 1983). Paleosuchus trigonatus se localiza en las cuencas del Orinoco y del Amazonas, así como en los ríos que drenan hacia el Atlántico entre los grandes sistemas fluviales mencionados. Paleosuchus palpebrosus ocupa la misma área de distribución ya mencionada, pero su distribución se extiende más al sur a través del escudo brasileño hasta las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, así como en la cuenca del río San Francisco de los estados de Bahía y Minas Gerais de Brasil (Magnusson 1992b).


Por lo general, la mayor parte de las personas que habitan en Venezuela en las zonas donde se encuentran estos Crocodylia, no las distinguen de la baba (Caiman crocodilus), el aligatórido más abundante y de más amplia distribución en el país. Sin embargo, las especies de Paleosuchus se diferencian fácilmente de la baba por su coloración más oscura (por lo que se les da en ocasiones el nombre de “babos negros”) y por la ausencia de borde transversal anterior a los ojos, entre las órbitas oculares (llamados por eso “caimán de frente lisa” o “smooth fronted caiman” en la literatura en inglés). Presentan además un gran desarrollo de los osteodermos en todo el cuerpo y sus escamas dorsales, particularmente las de la nuca, poseen aristas muy prominentes y de bordes muy rígidos y filosos. Una característica del cráneo que permite distinguir al género Paleosuchus de todos los otros crocodilios, es que el par de orificios (fenestrae) temporales en la tabla craneal están muy reducidos o completamente cerrados (obliterados) en los ejemplares adultos.
 No existen nombres comunes de uso extendido en Venezuela para las especies del género Paleosuchus. Godshalk (1982) señaló que los llaneros del sur de Apure usaban el término babo morichalero para referirse a ambos Paleosuchus. Dicho nombre se ha venido extendiendo en la literatura científica pare referirse a P. palpebrosus en particular, por lo que se usará así en este artículo, aun reconociendo que la denominación no hace justicia a la amplitud de ambientes en que puede encontrarse esta especie. En el caso de P. trigonatus se usará como nombre común el de babo negro, el cual toma en cuenta su coloración más oscura que la de la baba y la del propio morichalero.
 El babo morichalero (P. palpebrosus) es el más pequeño de los crocodilios vivientes; la talla máxima reportada para los machos es algo mayor de 1,72 m y de 1,23 m para las hembras (Medem 1967).
 La literatura sobre Paleosuchus en Venezuela es escasa y desactualizada. Habría que destacar en ella los artículos de Godshalk (1982) y Gorzula y Paolillo (1986). No existe ningún estudio detallado sobre su ecología y la información sobre su abundancia relativa en las localidades donde se conoce de su existencia en el país es limitada.
 Características físicas
Existen varios trabajos que describen rasgos físicos distintivos de Paleosuchus (Brazaitis 1973, Magnusson 1992a, b; Medem 1967, 1981), en los que se señalan las características principales que distinguen a las dos especies de este género. Algunos de los rasgos específicos que se mencionan tienen que ver con la coloración, o con medidas de estructuras craneales que no están a la vista y que son de poca utilidad cuando se analizan animales preservados en los museos.
La forma de la cabeza de P. palpebrosus, es mas robusta, con aristas rostrales (cantus rostralis) bien definidas y punta del hocico levantada. Esas son caracteristicas diagnosticas que lo separan claramente de P. trigonatus, pero tienen el inconveniente que solo pueden ser bien apreciadas cuando se observan ejemplares de ambas especies a la vez. Otro rasgo muy distintivo es la presencia de una linea mas oscura a lo largo de la parte media del hocico en P. trigonatus, la cual no esta presente en P. palpebrosus. Los analisis que se muestran a continuacion tratan de cuantificar las semejanzas y diferencias entre estas especies de Crocodylia.
 Distribución
Existen datos confiables de la ubicación geográfica en Venezuela para 26 P. palpebrosus y 38 P. trigonatus. Estos registros casi duplican los previamente reportados por Gorzula y Paolillo (1986). Las localizaciones de los puntos para cada especie sugieren diferencias importantes en la distribución entre ellas. Hasta ahora, por ejemplo, sólo existe un registro de P. trigonatus para los llanos, en el río Cinaruco, en la margen izquierda (al norte) del Orinoco (Godshalk 1982). Ese registro no cuenta, sin embargo, con respaldo de ejemplares en museos, ni datos precisos de ubicación. La desembocadura del Cinaruco está relativamente cerca (40 km) de los Pijiguaos, en la cuenca del río Chivapure en la margen derecha del Orinoco, localidad para la que existen ejemplares de esta especie en el museo de la EBRG (No. 2095) pero colectados a 600 m s.n.m. Medem (1981) señala la presencia de P. trigonatus en el río Meta en Colombia por lo que es posible que se encuentre en los tributarios venezolanos de este río.
 Varias de las localidades conocidas para P. palpebrosus se encuentran al norte del Orinoco. Existen reportes para los estados Apure, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro. Seguramente la especie también se encuentra al sur del Estado Guárico, pero hasta ahora no hay ejemplares depositados en los museos, ni referencias al respecto en la literatura. Por otra parte, P. palpebrosus parece encontrarse principalmente en ríos de mayor orden que los que caracterizan a su congénere. De acuerdo a los registros de museos y a las referencias de Gorzula y Paolillo (1986) P. palpebrosus se localiza en regiones por debajo de los 450 m s.n.m.
Hábitat
Como no existen estudios ecológicos detallados sobre Paleosuchus en Venezuela, se presenta un resumen de la información disponible en la literatura. Las dos especies de Paleosuchus habitan principalmente ríos y riachuelos en zonas boscosas, aunque P. trigonatus parece más restringido a ese tipo de ambientes que P. palpebrosus, el cual, de acuerdo a Magnusson (1985, 1992b) también ocupa bosques inundados cercanos a ríos principales, riachuelos de sabanas, lagos aislados y canales. Ambas especies parecen estar restringidas principalmente a ríos de aguas claras y aguas negras pobres en nutrientes. Varias de las localidades de P. palpebrosus al norte del Orinoco corresponden a zonas de bosques de palmares (Mauritia spp.) conocidos como morichales, por lo cual se ha acuñado en la literatura científica el nombre de “babo morichalero” para referirse a esta especie, denominación que describe pobremente la amplitud de ambientes en que ella se encuentra.
P. trigonatus tiende a ocupar ríos de menor orden y de aguas más frías (Gorzula et al. 1986) que P. palpebrosus, por lo que las zonas de sintopía (localidades donde las especies entran en contacto y pudieran interactuar ecológicamente) serían probablemente escasas (Medem 1967, 1981; Gorzula y Paolillo 1986). Investigaciones más detalladas permitirán dete rminar si este patrón de separación es real o sólo aparente, con base en una información todavía escasa y fragmentada.
Fotos: Alfredo Allais
 Referencia:
SEIJAS, Andrés E. Características distintivas y estado del conocimiento de las especies del género Paleosuchus (Crocodylia; Alligatoridae) en Venezuela. Memoria. [online]. dic. 2006, vol.66, no.166 [citado 28 Enero 2012], p.29-46. Disponible en la World Wide Web: <http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0037-85182006000200003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0037-8518.



Babo Morichalero, Paleosuchus palpebrosus





Caimán de la Costa


 Crocodylus acutus


Ejemplares de caimán de la costa Crocodylus acutus a orillas del rio Yaracuy, Venezuela.
Actualmente existen en el mundo 22 especies de Crocodylias, de las cuales cinco especies se encuentran en Venezuela: Caiman crocodilus, con dos sub especies, C. crocodilus (Babo llanero) y C. c. fuscus (Babilla), Paleosuchus palpebrosus y Paleosuchus trigonatus (Caimánes enanos), Crocodylus acutus (Caimán de la Costa) y Crocodylus intermedius (Caimán del Orinoco) (Ayarzagüena 1983, Medem 1983, Thorbjarnarson 1989).
El caimán de la costa Crocodylus acutus es la especie de cocodrilo más  ampliamente  distribuida  en  el  mundo  (Kushlan  y  Mazzotti 1989,  Seijas  1988, Thorbjarnarson  1989). Sin embargo, actualmente esta especie enfrenta una gran amenaza por la continua destrucción de su hábitat (Seijas 1986, Seijas y Chávez 1991, Arteaga 1998).
Caimán de la costa Crocodylus acutus a orillas del rio Yaracuy. Venezuela.
Está  catalogado como especie en peligro de extinción mediante los decretos 1485 y 1486. Esta especie también está  catalogada  como  “en  peligro  de  extinción”  e  incluida  en  el Apéndice I por la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES 1985). De acuerdo a la Comisión  Internacional  para  la  Conservación  de  la  Naturaleza  (IUCN, 1994), C. acutussigue siendo una especie vulnerable, a pesar de los Esfuerzos efectuados en pro de su conservación (Kushlan y Mazzotti, 1989, Thorbjarnarson 1989, IUCN 1994).
 En Venezuela la población del Caimán de la Costa ha experimentado un incremento paulatino  (Urdaneta  2002). Seijas  (1988), menciona que la especie aún se encuentra distribuida en la región costera del país, pero en densidades muy bajas, con un promedio de 2,5 ind/km de cuerpo de agua censado. Sin embargo, estudios posteriores en la región costera de Venezuela, sobre todo en áreas protegidas, han evidenciado un incremento en la población de C. acutus con índices de hasta 14,3 ind/km, como ocurre en la Laguna de Tacarigua (Arteaga 1992a, 1992b, 1998).
 Fuente: Urdaneta A. y T. Barrios 2006. Bol. Centro Invest. Biol. 40(2) 101 – 119
Otros Nombres Comunes: Cocodrilo Americano, Cocodrilo Aguja, Cocodrilo de río, Caimán del Magdalena.
  Descripción: Es una de las 23 especies de crocodílidos que quedan en el mundo. Es un gran animal que puede llegar a medir hasta 7m de longitud. Su hocico es relativamente largo y estrecho, siendo visible el cuarto diente de la mandíbula, aún cuando éste se mantiene cerrado. Su cuerpo es macizo, aplanado, ancho, recubierto de grandes placas córneas (escamas) reforzadas por huesos y, a todo lo largo de la espina dorsal y de la cola, pueden presentar grandes tubérculos. La cola es comprimida y las patas más bien cortas. La coloración de la piel en el vientre es blanca, en el dorso y cuerpo es grisácea en los adultos y gris con tonos verdes en los juveniles, generalmente aparecen manchas negras en el tronco y la cola. Presenta las patas palmeadas, rasgo que aprovechan para cambiar de dirección durante la natación, dado que la propulsión es generada por su cola. Los orificios nasales, situados en la parte superior del hocico, quedan herméticamente cerrados gracias a una válvula.
Distribución: Desde el Sur de la Península de la Florida (EE.UU), a lo largo de la costa atlántica y pacífica de Centroamérica y Norte de Sudamérica. En Venezuela, se encuentra a todo lo largo de la costa caribeña hasta la cuenca del lago de Maracaibo, incluyendo en todos los ríos principales de la zona como el Neverí, Carinicuao, Unare, Tuy, Aroa, Yaracuy, Tocuyo y Catatumbo.
 Tipos de Hábitat: Manglares, ríos, represas, lagunas, albuferas y corrientes de agua dulce o salobre sujetas a influencias de la marea.
Alimentación: Son carnívoros depredadores. Los individuos jóvenes consumen grandes cantidades de insectos y otros invertebrados; los adultos cazan anfibios, aves, grandes crustáceos, mamíferos y, nadando, persiguen peces.
Procedimiento previo para efectuar análisis de contenido estomacal
Pequeño Ejemplar de C. acutus previamente marcado y listo para ser liberado. Rio Yaracuy. Venezuela
 Reproducción: Las hembras colocan su huevos en agujeros excavados en la arena o barro mezclado con hojarasca (hasta 60 huevos por nido), que al fermentar contribuyen a la incubación, como consecuencia del aumento de temperatura, siendo éste el factor determinante del sexo en los organismos que se desarrollan dentro de los huevos (28 °C a  32 °C para que los huevos sean fértiles).
 Se ha observado que este cocodrilo excava varios nidos falsos o de ensayo, cerca del definitivo, y se cree que utiliza en repetidas ocasiones el mismo sitio para estos.
Amenazas: Cazados para la venta por el valor de su piel y para su cría en cautiverio. Reducción y deterioro alarmante de sus hábitats, hoy día ocupados por grandes ciudades y altamente contaminados
Debido a que el rio Yaracuy es un curso de agua enfermo la piel de muchos ejemplares presentan parásitos cutáneos.
Fotos: Alfredo Morales Faillace